miércoles, 16 de febrero de 2011

Esquí en San Glorio, un atentado político contra la biodiversidad

La Junta de Castilla y León prepara, desde finales del mes pasado, un nuevo asalto a uno de los últimos reductos del oso pardo en la Cordillera Cantábrica. El Consejo de Gobierno de la Junta aprobó el pasado 27 de Enero el proyecto de Ley de las Directrices de Ordenación de ámbito subregional de la Montaña Cantábrica Central, en las provincias de León y Palencia. El objetivo de este proyecto de ley es tratar de eliminar por enésima vez las trabas legales que existen para la construcción de la estación de esquí de San Glorio. Otra lamentable demostración de lo que algunos políticos piensan de las leyes medioambientales: que están ahí para cambiarlas si les estorban en sus planes.



La estación de esquí de San Glorio es un proyecto de la empresa Tres Provincias S.A. que lleva coleando en el parlamento y en los tribunales de Castilla y León desde el año 2000. El proyecto de San Glorio busca la construcción de la mayor estación de esquí alpino de la Cordillera Cantábrica entre el Parque regional de Picos de Europa (León) y el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente del Cobre-Montaña palentina (Palencia), en un lugar de gran riqueza ecológica y paisajística parte de la red Natura 2000. La estación ya ha sufrido varios varapalos legales en los tribunales, como cuando el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León tumbó en 2008 las maniobras de la Junta para cambiar la normativa de protección por la escasa viabilidad económica del proyecto y su alto impacto ambiental.

Con el nuevo proyecto de ley, la Junta de Castilla y León trata de eliminar las trabas que existían para construir San Glorio, y también se han acelerado los trámites para declarar la estación de esquí “de Interés Regional”. A pesar de ello, las organizaciones ecologistas ya han denunciado que reaccionarán. La Plataforma para la Defensa de San Glorio acudirá a los tribunales europeos por el incumplimiento de la normativa de la red Natura 2000 y apelará al Tribunal Supremo contra la Junta  por no acatar las sentencias que han anulado el cambio de normativa de Fuentes Carrionas hasta en tres ocasiones.

Sobre todo, parece improbable que consigan convencer a los tribunales europeos de que la estación de esquí de San Glorio es tan imprescindible como para poder vulnerar la Directiva 92/43/CEE relativa a la conservación de los hábitats, que dice en su artículo 6 (el oso pardo es una especie prioritaria):

Si, a pesar de las conclusiones negativas de la evaluación de las repercusiones sobre el lugar y a falta de soluciones alternativas, debiera realizarse un plan o proyecto por razones imperiosas de interés público de primer orden, incluidas razones de índole social o económica, el Estado miembro tomará cuantas medidas compensatorias sean necesarias para garantizar que la coherencia global de Natura 2000 quede protegida. Dicho Estado miembro informará a la Comisión de las medidas compensatorias que haya adoptado.

En caso de que el lugar considerado albergue un tipo de hábitat natural y/o una especie prioritarios, únicamente se podrán alegar consideraciones relacionadas con la salud humana y la seguridad  pública, o relativas a consecuencias positivas de primordial importancia para el medio ambiente, o bien, previa consulta a la Comisión, otras razones imperiosas de interés público de primer orden.


Numerosos científicos y organizaciones ecologistas se han opuesto desde el principio a la construcción de la estación de San Glorio alegando que supondría un golpe irreparable para las poblaciones de oso pardo de la Cordillera Cantábrica. Es muy interesante este manifiesto, firmado por casi 200 académicos de universidades de Castilla y León, que en 2006 se oponían a los planes de la Junta (después declarados ilegales) para cambiar la normativa ambiental.

Más recientemente, el proyecto fue incluido en una lista publicada por The Guardian y la revista Nature en la que expertos científicos designaron las 26 más graves amenazas para la biodiversidad que podrían ser solucionadas por la acción directa de los gobiernos. Uno de los expertos consultados, Jon Swenson, ha llevado a cabo investigaciones que demuestran que los osos no se acercan a menos de 10 kilómetros de las estaciones de esquí. Además, alertan de que la estación de San Glorio aislaría a las dos subpoblaciones de oso pardo de la Cordillera Cantábrica, “haciéndolas más susceptibles a las consecuencias demográficas y genéticas de una población de pequeño tamaño”, lo cual haría bastante probable su desaparición.

Luigi Boitani, catedrático de Zoología de la Universidad de Roma y presidente de la Estrategia Europea para los Grandes Carnívoros, que trabaja con frecuencia con la Comisión Europea y el Consejo de Europa, explicó a Público que "si la Junta sigue adelante con el proyecto, perderá el respeto y la estima del resto de Europa; sólo conseguirá sacrificar a los últimos osos de esta población en peligro de extinción".

Y yo me pregunto, ¿merece la pena aislar la pequeña población oriental de osos pardos cantábricos, críticamente amenazada, para construir otra estación de esquí (con todas las que ya hay en nuestro país)? ¿Queremos ser otra vez la vergüenza de Europa y del mundo por destruir nuestra biodiversidad? ¿Por qué no aprovechar y potenciar el extraordinario valor natural de aquella región, fomentando actividades económicas basadas en la sostenibilidad en vez de la destrucción del entorno?

Creo que son preguntas de fácil respuesta que, desgraciadamente, parece que en la Junta de Castilla y León pocos entienden.

3 comentarios:

  1. Hola Guillermo, algo parecido pasa en Cantabria con la estación de Alto Campoo, que no tiene nieve suficiente para el esquí durante la mayor parte del invierno y se empeñan en meter los cañones de nieve artificial, siendo este sistema un método insostenible desde el punto de vista medioambiental.
    Saludos

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  2. Me parece que las sentencias contrarias,(tres iguales o sea en realidad una) tenían sus fundamentos legales en lo improcedente de la forma administrativa, no de la estación en sí, de ahí que ahora la Junta lo haga mediante leyes.Leyes, por otra parte, a las que les insta el Parlamento regional, las Cortes, por UNANIMIDAD de TODOS los partidos políticos con presencia, o sea, los que ostentan la representación abrumadora de los ciudadanos de CyL. En concreto, en los pueblos directa o indirectamente influídos por la estación el apoyo es favorable en bloque.
    En cuanto a que sea un paraíso para la biodiversidad y de alto valor ecológico, también discrepo.Quizás en los bosques de su entorno, pero desde luego no en el piso de piornales y piedra suelta donde va ubicada la estación que, lo siento, no es zona propicia para el oso pardo.
    El valor paisajístico es subjetivo y en mi opinión la zona de ubicación de San Glorio no tiene nada de especial y sus infraestructuras no serían apreciables desde sus alrededores porque se encuentra en un circo cerrado sobre sí mismo.Las condiciones de innivación y calidad de la nieve son, en mi opinión, las mejores de la cornisa cantábrica para el esquí alpino y no tiene San Glorio ninguna culpa de que se hayan hecho otras estaciones en sitios menos apropiados de la cordillera cantábrica.
    Me parece tendencioso y atrevido augurar la extinción del oso como argumento. Me parece casi de mal gusto citar a expertos suecos o de la estación de Doñana. Me parece poco serio utilizar el criterio de que es que "lo ha publicado el Guardian o que se ha hecho eco el diario Público".
    Opino, en suma, que la mayoría de los que hablan o se pronuncian NO conocen la zona ni mucho menos el estado de TODOS los pueblos de las comarcas.
    Si hubiese mínima posibilidad de ganarse la vida con proyectos de ecoturismo,...os invito a invertir vuestro dinero en ellos allí.

    Y para ser un periodista ambiental es imprescindible la objetividad y el análisis riguroso. De hooligans verdes ya estamos sobrados, si quieren imponer sus tesis que empiecen por presentarse a las elecciones y ganarse el apoyo de los votantes, eso se llama democracia. un saludo desde la montaña oriental llionesa.

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  3. Hola, por lo que yo he leído, las sentencias contrarias hablaban de vulneraciones de las Leyes de Espacios Naturales y de la escasa viabilidad económica de la estación de esquí, no de irregularidades administrativas.

    Las leyes las instan todos los grupos políticos, pero eso no significa que puedan vulnerar la normativa ambiental. Lo más peligroso de esto es, en mi opinión, que se da la idea de que se pueden cambiar las leyes ambientales sin problemas siguiendo únicamente criterios políticos. Eso es muy grave y demuestra lo poco que valoramos la conservación de la naturaleza en España.

    Por lo que sé, el piso más alto de las zonas montañosas también acoge biodiversidad valiosa, incluido el oso pardo, que no se queda siempre en las zonas bajas. Si esos espacios están protegidos, será por algo.

    Lamento que te parezca de mal gusto citar a un científico sueco que ha estudiado el impacto de las estaciones de esquí sobre las poblaciones de osos: a mí me parece un dato muy relevante. También se han pronunciado en contra casi 200 académicos de universidades de Castilla y León, ¿su criterio tampoco es válido?

    Yo no conozco la zona, aunque intentaré visitarla dentro de poco, porque debe ser una comarca maravillosa. Creo que lo que deberían hacer los políticos de la zona es reactivar la economía fomentando empleos en sectores sostenibles e innovadores (no sólo el ecoturismo).

    Un saludo, y os animo para que encontréis la forma de revivir vuestra comarca sin destruir la naturaleza, sin duda vuestro tesoro más valioso.

    PD: Enhorabuena, eres mi primer (o primera) anónimo!

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