viernes, 30 de septiembre de 2011

Europa se juega el futuro de la pesca

Las malas prácticas en la pesca han llevado a los ecosistemas marinos y los caladeros europeos a un estado crítico. Según estimaciones de la Unión Europea, tres cuartas partes de las poblaciones de peces europeas –el 82% de las mediterráneas y el 63% de las atlánticas- están sobreexplotadas. Como consecuencia, las capturas bajan año tras año y la flota pesquera europea tiene que salir a faenar a caladeros muy lejanos, muchas veces consumiendo unos recursos pesqueros vitales para países del tercer mundo. Y fuera de aguas europeas la situación no es mejor: la FAO calcula que el 85% de los caladeros mundiales están completamente explotados o sobreexplotados.

A raíz de esta situación, y aprovechando el lema del Día Marítimo Mundial de este año ("Piratería: elaborando la respuesta"), que se celebró ayer, Ecologistas en Acción ha lanzado un comunicado denunciando que “en la temática se ha olvidado incluir también a los corsarios que esquilman los recursos marinos”. Para Ecologistas en Acción, el resultado de décadas de sobreexplotación de los recursos nacionales pesqueros, y el aumento del consumo de pescado, es que "dos de cada tres pescados consumidos en España provienen de caladeros alejados, contrayendo así una deuda pesquera con terceros países.” 

Pescadores senegaleses intentando pescar alguna especie valiosa para la exportación a Europa. Foto de Randy Olson (National Geographic)


La deuda pesquera que denuncia Ecologistas en Acción fue analizada a principios de este año por la New Economics Foundation y la coalición Ocean2012, en un informe sobre la dependencia pesquera europea. El informe, con el título de “La creciente dependencia de la UE del pescado de otros lugares”, ofrecía unas conclusiones reveladoras: la mitad del pescado consumido en la UE procede del exterior. En el caso de España la situación es especialmente grave, pues nos “comemos” nuestra cuota de pesca anual el 8 de Mayo, en poco más de cuatro meses. La flota europea de aguas lejanas, que opera sobre todo en países en desarrollo, es responsable de entre el 19 y el 21% del total de capturas, y más de la mitad de esa flota es española.

La NEF destaca en el informe su preocupación por los efectos que pueda tener la explotación de los recursos pesqueros de países en desarrollo para su seguridad alimentaria. Los informes anuales de la FAO señalan las diferencias en el consumo per cápita de pescado entre países desarrollados y en desarrollo, que aunque se han reducido desde los años 60, siguen siendo muy abultadas: en los países desarrollados 28’7 kg de media frente a los 11’3 kg de los países en desarrollo (excluyendo a China) o 9’0 kg en el caso de los países PBIDA (Países de bajos ingresos y déficit alimentario). Además, la pesca no es sólo aporta unos nutrientes vitales para millones de personas, también es una fuente de trabajo. Según la FAO, 119 millones de personas dependen directamente de la pesca como medio de vida: el 97% viven en países en desarrollo y el 90% trabajan en pesquerías de pequeña escala.  Para evitar que las flotas pesqueras de la UE acaben por esquilmar los recursos de los países en desarrollo y el medio de vida de tantos millones de personas, la NEF pide que los acuerdos comerciales sean “más responsables social y ambientalmente”. 

El grado de dependencia de la pesca exterior es resultado en gran medida del pésimo estado de las reservas pesqueras europeas. A pesar de que la UE cuenta con uno de los caladeros más ricos del mundo, no hemos sabido gestionar correctamente ese valioso recurso. Por eso el foco de los esfuerzos de las organizaciones que trabajan por preservar el mundo marino en Europa está puesto ahora mismo en la reforma de la Política Pesquera Común (la actual es del año 2003), que previsiblemente entrará en vigor en el año 2013.

La nueva propuesta de PPC fue presentada el 13 de Julio de este año y para la Comisión se trata de una reforma “radical”, que “asegurará tanto las poblaciones de peces como el sustento de los pescadores de cara al futuro y pondrá fin a la sobrepesca y al agotamiento de las poblaciones pesqueras”. Al presentar la propuesta, María Damanaki, Comisaria de Asuntos Marítimos y Pesca, declaró:

«Tenemos que tomar medidas ahora para recuperar el estado saludable de nuestras poblaciones de peces para preservarlas para las generaciones de ahora y del futuro. Solo con esta condición, los pescadores podrán seguir pescando y ganándose la vida decentemente con su trabajo. Esto supone que gestionemos cada población sensatamente, capturando lo que podamos manteniendo el estado saludable y productivo de las poblaciones de cara al futuro. Esto tendrá como resultado mayores capturas, un medio ambiente sano y un abastecimiento de alimentos seguro. Si acertamos con esta reforma, los pescadores y las comunidades costeras saldrán beneficiados a la larga. Y todos los europeos tendrán un mayor surtido de pescado fresco, tanto silvestre como de explotación acuícola.»

Los principios de la propuesta de la Comisión, que tiene como puntos fundamentales “la sostenibilidad y las soluciones a largo plazo”, abordan problemas como los descartes, las subvenciones a actividades ilícitas, o la información que llega al consumidor sobre el pescado que compra. 

La propuesta de reforma de la PPC fue criticada por las principales organizaciones ecologistas españolas, que en un comunicado conjunto explicaron que “presenta aspectos positivos en su planteamiento, como la incorporación de la aproximación ecosistémica (…), pero los mecanismos planteados y la falta de priorización hacen que sea una propuesta inadecuada para asegurar un ecosistema marino en buenas condiciones, al tiempo que se garantiza una distribución equitativa de los recursos, y la viabilidad de las poblaciones más dependientes de la pesca, donde la pesca artesanal sostenible tiene un rol importante.” Por ello, esperan “que tanto los estados miembros como los parlamentarios europeos introduzcan cambios significativos durante el proceso legislativo.” 

Parece que tal y como están las cosas, se nos acaba el tiempo para asegurar el futuro de los peces, de la pesca y de los pescadores. Pero las extraordinarias recuperaciones de áreas marinas que se declaran protegidas o de especies sobreexplotadas para las que se establece una veda, demuestran que si se toman medidas, el mundo marino recobra su esplendor con rapidez. 

También hay tesoros de biodiversidad marina que animan a mantener la esperanza, como el maravilloso Mar de Alborán, en el que nos sumerge el equipo de “El Escarabajo Verde” en el primer capítulo de la nueva temporada. Disfrutadlo.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Relato de una fugaz visita a El Cabril

Encajonado entre los montes de la Sierra Albarrana, en un remoto rincón al oeste de la provincia de Córdoba, la repentina aparición de El Cabril en medio del paisaje resulta sorprendente para el visitante. El Cabril es el único almacén de residuos radiactivos de baja y media actividad de nuestro país, el lugar dónde se almacenan residuos procedentes de diversas fuentes, como la medicina nuclear o las centrales nucleares.

Los orígenes de El Cabril hay que buscarlos en los años 60, cuando la JEN (Junta de Energía Nuclear) empezó a almacenar basura nuclear en una mina de uranio abandonada en los alrededores del actual recinto. Pronto se comprende que es conveniente tener esos residuos peligrosos bajo control, y para ello se construye una planta de tratamiento y varios módulos de almacenamiento, que el régimen franquista mantendrá en secreto durante algunos años. Las actuales instalaciones, propiedad de Enresa, se inauguraron en Octubre del año 1992.

Y allí fuimos de excursión, invitados por Enresa, como parte del Seminario Internacional de Periodismo y Medio Ambiente (SIPMA), que se está celebrando del 21 al 23 de Septiembre en Córdoba. Como aclaración, Enresa es la empresa pública que gestiona los residuos nucleares, y también la principal patrocinadora del SIPMA. Tras casi dos horas de viaje en autobús desde Córdoba, Eva Noguero, la directora de la instalación, nos dio allí la bienvenida explicando qué es El Cabril y atendió a algunas dudas, entre ellas, la gran pregunta: ¿Cuándo se llenará El Cabril? “Calculamos que podría haber cabida de residuos de media y baja actividad hasta el 2026, aunque es una estimación”, explicó. En esa estimación entra que las centrales nucleares españolas no alarguen su vida útil y sean desmanteladas según lo previsto. Ahora mismo, la capacidad de El Cabril está cubierta al 65% en residuos de baja y media actividad, y tan sólo al 2% en residuos de muy baja actividad.

Después de la charla de Noguero, empezamos el juego que habían preparado para que conociésemos El Cabril. Divididos en cuatro equipos, disponíamos de hora y media para visitar algunos puntos clave de las instalaciones, dónde un responsable nos daría una explicación de dónde estábamos, y hacer una foto de cada uno de esos lugares.

Bases de los contenedores de hormigón en los que se almacenan residuos radiactivos.


La primera parada fue en la nave dónde se construyen los contenedores en los que se almacenan los residuos de baja y media actividad: son cubos de hormigón de 15 centímetros de espesor, con una capacidad de casi 4.000 litros, y un peso de nueve toneladas. “Los contenedores tienen que cumplir una durabilidad -300 años- y una resistencia concreta”, nos explicó Jose Antonio Vaquera, responsable de la fabricación de los contenedores. Desde allí cogimos el autobús –El Cabril ocupa 20 hectáreas- para ir a la Sala de Control, dónde se supervisan la mayoría de procesos que se realizan en las instalaciones: por ejemplo, los sistemas de seguridad, o el incinerador de residuos. ¿Incinerador como en Marcoule? Según Carlos Abrisqueta, el responsable de la Sala de Control, no es posible que se produzca un accidente como el de Marcoule, “allí se fundía metal y aquí no, y se hace a menos temperatura. “

Para la siguiente parte de la visita tuvimos que pasar por el puesto de control de Protección Radiológica (PR), dónde nos explicaron que todos los trabajadores llevan dosímetros personales que miden la radiación mensualmente y que tienen un carnet radiológico en el que se registra la radiación recibida durante toda su vida. El paso por el PR marcaba la entrada a la parte más “inquietante” de la visita, al menos para alguien que, como yo, no había estado nunca en una instalación nuclear ni había pasado por tantas puertas con el típico panel de aviso: ‘Zona de Irradiación’. “En el laboratorio controlamos la composición de los residuos que se van a recibir, para saber si cumplen los criterios de aceptación –como actividad o resistencia física- marcados por el CSN”, nos contó José Vicente Muñoz, el jefe de servicio del Laboratorio de El Cabril. Preguntado por si se sentía tranquilo trabajando en un lugar así, rodeado de material radiactivo, Muñoz respondió que “la nuclear es una industria con los riesgos de cualquier otra, y las normas de seguridad son mayores que en otras industrias”. Seguridad, seguridad, seguridad: los operarios de la central insistieron mucho en este punto, quizá intentando convencernos de algo, quién sabe.

Medidores personales de radiación, en el puesto de control PR.

 Corriendo nos fuimos a la Red de Control de Infiltraciones, las verdaderas entrañas de El Cabril: largos túneles recorridos por tuberías, excavados bajo las estructuras donde se almacena la basura radiactiva. Las tuberías salen del techo, de los sumideros que hay en cada una de las celdas de almacenamiento, y controlan que el agua que se filtra por las celdas no esté contaminada por la radiación. Según explicó Marta Arroyo, nuestra guía en la red de túneles, las tuberías y los túneles están diseñados para servir durante los 300 años que los residuos nucleares almacenados en El Cabril mantendrán su actividad radiactiva. Otro tipo de control, esta vez en la superficie, es el que cumple el Plan de vigilancia radiológica ambiental, que toma muestras del aire, del suelo, del agua superficial o de la fauna de la zona para comprobar el impacto que las instalaciones tienen en el entorno. El responsable de este tema nos aseguró que los parámetros ambientales se mantienen respecto a las mediciones que se tomaron antes de que comenzara la actividad de almacenamiento de residuos.



Lo que se ve en la foto es la plataforma de almacenamiento norte, uno de los dos lugares donde se almacenan los residuos de baja y media actividad en El Cabril. La plataforma, que tiene 16 celdas con 320 contenedores de hormigón por celda, está ya llena de basura radiactiva. Aún queda realizar su sellado definitivo, que consiste en tapar la plataforma con grava, arcilla para impermeabilizar, tierra, y por último, repoblar con plantas autóctonas de raíz corta para mantener el sustrato. De ese modo se busca mantener aislados los residuos nucleares, y al mismo tiempo, recuperar el monte que vaciaron para construir la plataforma. Enterrados y radiactivos durante 300 años.    

Acabamos la jornada con una comida en el antiguo poblado minero, discutiendo sobre medio ambiente, el futuro del periodismo, y un poco de todo. El balance de la jornada: una interesante visita, aunque me hubiese gustado recorrer las instalaciones con más calma, con tiempo para hacer todas las preguntas que se quedaron en el aire. Quizá tengamos la oportunidad el año que viene, en el XV SIPMA.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Por una movilidad más eficiente

La forma en la que nos desplazamos por las ciudades europeas aún está lejos de poder ser considerada “sostenible”, ya que en general seguimos utilizando demasiado el coche, con los problemas ambientales y de salud que eso ocasiona. Para cambiar esta situación se celebra cada año, entre el 16 y el 22 de Septiembre, la Semana Europea de la Movilidad, una campaña para concienciar sobre la importancia que tiene reducir el tráfico motorizado en nuestras ciudades, y al mismo tiempo, dar a las autoridades locales la oportunidad de presentar sus políticas de movilidad y animarlas a adoptar medidas permanentes para promocionar el transporte sostenible.

La edición de este año, que comienza mañana, se celebra bajo el lema “Desplázate de forma eficiente: ¡Mejora tu movilidad!”, con el objetivo de animar a los ciudadanos a moverse de forma más sostenible: en transporte público, a pie, o en bicicleta. Es un tema que incide en la relación entre el transporte y la energía. “El sector del transporte es el mayor consumidor de energía en Europa, el único que muestra un continuo crecimiento en su consumo energético, y es en gran medida dependiente del petróleo, que además es importado”, explica la Guía Temática de la SEM. Del mismo modo, califica el creciente uso del coche como “uno de los mayores desafíos que hemos de afrontar para transformar nuestra sociedad y nuestra economía, en otra de baja bajo consumo y energéticamente eficiente”.

La Unión Europea advierte de que sin cambiar la forma en la que nos desplazamos por las ciudades, será muy complicado cumplir los objetivos marcados para el año 2020, la iniciativa 20/20/20 (reducir en un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentar la eficiencia energética en un 20% y que el 20% de la energía consumida proceda de fuentes renovables).   

Por eso, durante esta Semana Europea de la Movilidad, “los municipios deben destacar la cantidad de energía que podríamos ahorrar cada uno de nosotros cambiando nuestros modos de desplazamiento más habituales (el vehículo privado), por los energéticamente más eficientes, y enfatizar los efectos positivos que esta movilidad alternativa tiene en la calidad del aire, la reducción de ruido, la salud, y la protección del clima.” Se trata de explicar a los ciudadanos que utilizar medios de transporte sostenibles en vez del coche no sólo tiene efectos ambientales, sino que también mejora notablemente la calidad de vida en las ciudades.

La inauguración de la X Semana Europea de la Movilidad tendrá lugar mañana, día 16, en la sede del Ministerio de Medio Ambiente, y el ciclista Alberto Contador leerá el Decálogo de propuestas para una movilidad más eficiente. Por último, el día 22, coincidiendo con el final de la semana, se celebra el evento “¡La ciudad sin mi coche!”, una iniciativa que comenzó en Francia en 1998 de la que surgió posteriormente la Semana Europea de la Movilidad. 

Además del programa oficial, que incluye eventos variados como talleres, charlas, mesas redondas y gymkhanas, se han organizado actividades alternativas. La Bici Crítica de Moratalaz, en colaboración con EQUO, organiza el jueves un paseo reivindicativo en bicicleta “por una movilidad sostenible e inteligente”, desde Cibeles hasta la Plaza del Encuentro, donde comienza la Bici Crítica de Moratalaz. 

----
Os dejo por aquí el estupendo vídeo de presentación de Gävle, la ciudad que ganó el premio de la Semana de la Movilidad Europea en 2010. "Muchas ciudades intentan ser más verdes. Algunas lo consiguen"

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Madrid se sitúa entre las ciudades europeas que peor afrontan la contaminación del aire

La European Environmental Bureau (EEB) ha publicado hoy un ranking que analiza las medidas adoptadas entre 2005 y 2010 para atajar la contaminación atmosférica en 17 de las ciudades europeas con peor calidad del aire. Las ciudades que lideran el ranking son Berlín, Copenhague y Estocolmo, mientras que a la cola se sitúan Roma, Milán y Düsseldorf. Madrid, por debajo de la media, es la quinta ciudad europea que menos se esfuerza en mejorar su calidad del aire.

La contaminación de Madrid en Febrero de 2011. Foto de Ecologistas en Acción.


Los autores del estudio señalan que la contaminación atmosférica, un grave problema de salud pública en la mayoría de las grandes ciudades europeas, causa casi medio millón de muertes prematuras al año en la Unión Europea. Además, recuerdan que de acuerdo con la legislación comunitaria, las autoridades locales están obligadas a adoptar medidas para reducir la contaminación del aire y cumplir con los niveles máximos de determinados contaminantes atmosféricos, como el dióxido de nitrógeno o el ozono. A pesar de ello, el ranking evidencia la falta de compromiso de muchas ciudades europeas con este imperativo legal y, en última instancia, con la salud de sus ciudadanos.

Entre las medidas analizadas por el estudio, nueve en total, se encuentra la existencia de zonas de bajas emisiones, una flota de vehículos municipales menos contaminante, el uso de incentivos económicos como el peaje urbano, o la promoción del transporte a pie y en bicicleta.

En el caso de Madrid, la ciudad sólo consigue la máxima puntuación en el apartado dedicado a la promoción del transporte público, en el que se destaca la “extensa” red de transporte con la que cuenta la ciudad y las bajas tarifas (el estudio es anterior a la subida de 0’50€ en el billete sencillo). También se considera positiva la apuesta del Ayuntamiento por una flota municipal de autobuses movidos por combustibles limpios, y los planes para aumentar el número de autobuses híbridos y eléctricos.  

Por el contrario, la falta de peajes urbanos y de una zona de bajas emisiones, largamente prometida por el Ayuntamiento, o la insuficiente apuesta municipal por la movilidad ciclista, que tan sólo representa el 0'6% de los desplazamientos totales, colocan a Madrid entre las ciudades europeas que peor combate la calidad del aire. El Ayuntamiento de Madrid no parece mostrar un gran interés por combatir este grave problema, a pesar de los cada vez más frecuentes episodios de contaminación que sufrimos en la capital. Aparte de pedir a la UE una moratoria hasta el año 2015 para cumplir con los niveles legales de calidad del aire, claro.

jueves, 1 de septiembre de 2011

¿Qué está pasando frente a la Casa Blanca?

Ayer casi todos los medios nacionales recogían la noticia de que la actriz de Hollywood Daryl Hannah había sido detenida frente a la Casa Blanca por protestar contra el proyecto Keystone XL, un oleoducto de 2.700 kilómetros que llevaría las arenas bituminosas (tar sands) de Alberta, en Canadá, hasta las refinerías del Golfo de México. Hannah es tan sólo una de las más de 700 personas que han sido arrestadas desde el 20 de Agosto, día en que comenzó una masiva sentada pacífica de dos semanas de duración para presionar al Presidente Barack Obama, que tiene que decidir próximamente si aprueba o rechaza la construcción del oleoducto. 

Foto: Milan Ilnyckyj


La sentada “Stop de Pipeline” (Detened el oleoducto), en la que participan cada día alrededor de un centenar de personas, ha sido definida como “el mayor acto de desobediencia civil de la historia del movimiento climático”. Los manifestantes se arriesgan a ser detenidos por la policía si participan en las protestas, pero creen que esta es la última oportunidad para convencer a Obama de que no debe permitir la construcción del oleoducto. “El Presidente Obama debe ser el foco de las protestas contra el oleoducto. Obama tiene el poder para detener el oleoducto, y nadie, ni en el Congreso ni en ninguna parte, puede evitar que lo haga. Eso significa que la decisión sobre el Keystone XL es la mayor prueba medioambiental que le queda hasta las elecciones de 2012”, defendía el activista ecologista y líder de las protestas, Bill McKibben.

Parece bastante claro que los efectos del oleoducto sobre el cambio climático serían muy graves, y por eso el movimiento ecologista norteamericano se ha volcado con esta lucha. El informe que publicó el viernes pasado el Departamento de Estado de EEUU, en el que se indica que el oleoducto promovido por la petrolera TransCanada tendrá “un impacto ambiental adverso limitado”, no hizo más que avivar las protestas. Muchas voces se han alzado contra el proyecto; incluso el New York Times dedicó un editorial al tema en elque dejaba clara su oposición al oleoducto:

“Tenemos dos preocupaciones principales: el riesgo de vertidos a lo largo del oleoducto, que atravesaría terreno altamente sensible, y el hecho de que la extracción de petróleo de las arenas bituminosas crea muchas más emisiones de efecto invernadero que la producción convencional.”

Las emisiones de gases de efecto invernadero que producen las arenas bituminosas son bastante mayores que las del crudo convencional, hasta un 82% según un reciente estudio de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Y la cantidad de petróleo depositada bajo el bosque boreal de Alberta es inmensa, el segundo depósito del mundo, sólo por detrás de los de Arabia Saudí. En opinión del climatólogo de la NASA James Hansen, que también ha sido detenido durante la sentada, la explotación a gran escala de los hidrocarburos canadienses supondría acabar definitivamente con los esfuerzos para detener el cambio climático (“full exploitation of Canada’s tar sands would be “game over” for efforts to solve climate change”)

Explotación de arenas bituminosas en Alberta. Foto de Peter Essick para National Geographic.
Además, dejando de lado sus efectos sobre el clima, no se puede olvidar el impacto ambiental derivado de la explotación de las arenas bituminosas (bosques boreales completamente arrasados, ríos contaminados con metales pesados…) y también de su transporte (un oleoducto similar, el Keystone I, produjo doce vertidos en tan sólo un año). En este artículo en The Guardian se explican muy bien los distintos impactos que supondría la construcción del oleoducto Keystone XL:


In addition to being more emissions-intensive than conventional oil, the main concern is that exploiting the tar sands is conceptually backwards.  As The Critical Decade report made clear, we need to be looking for ways to leave fossil fuels in the ground, not trying to find more unconventional sources of carbon for combustion.  The USA in particular has taken very few concrete steps to minimize its greenhouse gas emissions to this point.  Building the Keystone pipeline to exploit an unconventional source of fossil fuels is a step in the wrong direction, and will encourage other countries to follow suit.   If we're to have any hope of achieving sufficient global greenhouse gas emissions cuts, the USA needs to start leading the way in finding ways to reduce fossil fuel consumption, not lead the way in finding ways to burn new unconventional sources, especially when they're more emissions-intensive than conventional sources.

Las sentadas para detener el Keystone XL acaban este sábado, el 3 de Septiembre, y el presidente Obama tendrá que demostrar en las próximas semanas si su compromiso en la lucha contra el cambio climático es algo más que palabras vacías. De hecho, muchos de los que se manifiestan frente a la Casa Blanca llevan chapas y camisetas de la campaña de 2008, para que Obama sepa que los mismos que le auparon a la presidencia ahora le exigen que cumpla sus promesas sobre la transición hacia un modelo energético libre de combustibles fósiles. Es mucho lo que se juega el clima global en esta decisión de Obama: más nos vale que todo ese petróleo siga enterrado bajo los bosques canadienses.