sábado, 11 de diciembre de 2010

Cancún rescata la negociación climática internacional

La Cumbre de Cancún se ha cerrado hoy, tras 12 días de trabajo, con un inesperado y positivo acuerdo que da un gran impulso a la negociación climática internacional. A pesar de las pocas esperanzas que había puestas en el éxito de la Cumbre, finalmente se ha logrado un acuerdo que salva el proceso multilateral de Naciones Unidas contra el cambio climático. El Acuerdo de Cancún restaura la credibilidad de la ONU como foro para frenar el cambio climático, y desde ese punto de vista es bienvenido.

El UNFCCC ha emitido una nota de prensa tras la aprobación del acuerdo, en la que se afirma que “la Cumbre de Cancún ha acabado con la adopción de un paquete equilibrado de decisiones que colocan a todos los gobiernos de forma más firme en el camino hacia un futuro de bajas emisiones y que apoyan aumentar la acción contra el cambio climático en el mundo en desarrollo.”

“Esto no es el final, sino un nuevo comienzo. No es suficiente para el largo plazo pero es la base esencial donde construir una mayor ambición colectiva”, ha dicho Christina Figueres, la Secretaria Ejecutiva del UNFCCC.

Las organizaciones ecologistas han celebrado el acuerdo porque se encamina hacia un pacto climático global, pero han señalado al mismo tiempo que se trata de un acuerdo de mínimos. "Cancún ha salvado el proceso de Naciones Unidas, pero no ha salvado el clima ", ha declarado el director del equipo político de Greenpeace Internacional, Wendel Trio.  Para él, esta reunión "ha demostrado que los gobiernos pueden cooperar y avanzar juntos hacia el acuerdo global", pero ha recordado que “seguimos necesitando la forma de un acuerdo justo, ambicioso y legalmente vinculante que garantice que seremos capaces de evitar los peores impactos del cambio climático".



En España, Equo ha emitido un comunicado en el "da la bienvenida" al acuerdo porque "permite mantener viva la esperanza en la lucha multilateral contra el cambio climático", aunque los acuerdos alcanzados son “claramente insuficientes” y ponen evidencia la falta de “voluntad política y compromiso” contra el cambio climático. "Es cierto que hay aspectos positivos, pero no podemos sentirnos satisfechos, porque se ha dejado la firma de un acuerdo vinculante para la cumbre de Sudáfrica en 2011.Una vez más se retrasa la toma de decisiones, lo que es intolerable dada la gravedad de la situación” ha afirmado el director de Equo, Juan López de Uralde.

Aunque en parte están en lo cierto, ya que lo que verdaderamente necesario es un acuerdo global definitivo contra el cambio climático, creo que sí que podemos darnos por satisfechos con lo que ha pasado en Cancún, sobre todo teniendo en cuenta que ya se sabía de antemano que ese acuerdo no se iba a alcanzar aquí.

No quiero ser pesimista hoy, así que me centro en el aspecto que hace positivo lo que se ha pasado en Cancún: ha devuelto la esperanza, después del fracaso de Copenhague, de que es posible que se apruebe un acuerdo global contra el cambio climático. Se ha reencauzado el proceso, y en Durban debería firmarse por fin ese acuerdo “FAB” que los científicos y los ecologistas demandan desde hace tanto tiempo.

Queda un año hasta Durban, que no será nada fácil, y toca trabajar para que la buena voluntad que han demostrado los distintos gobiernos en esta Cumbre de Cancún no se quede en nada.

Puntos destacados del acuerdo

Se ha aprobado la creación de un “Fondo Climático Verde” dentro de la Convención, a través del cual los países desarrollados deberán financiar la adaptación y mitigación al cambio climático de los países en desarrollo. El texto habla de movilizar 30.000 millones de dólares ahora y 100.000 millones anuales a partir de 2020. Al final, el Fondo no estará dirigido por el Banco Mundial, como pedían las organizaciones sociales presentes en la Cumbre. Aún deben identificarse las fuentes que suministrarán el dinero del fondo.

Otro de los asuntos fundamentales que se ha acordado en Cancún es un mecanismo para reducir la deforestación en países en desarrollo. Los países desarrollados se comprometen a ayudar financiera y tecnológicamente para frenar la deforestación y la degradación de los bosques, que son responsables de una buena parte de las emisiones de gases de efecto invernadero globales, cerca de un 15% del total. También se han mejorado los mecanismos de transferencia de tecnologías limpias a los países pobres.

En cuanto al tema de la transparencia, en el que tanto insistía EEUU, se ha aprobado la puesta en marcha de un sistema de control de emisiones “no intrusivo, ni punitivo, y respetuoso de la soberanía nacional", que será realizado por expertos. También se reconoce la necesidad de que los países en desarrollo actúen para reducir emisiones.

Christina Figueres, la Secretaria Ejecutiva del UNFCCC, y Patricia Espinosa, la Presidenta de la COP16, tras la aprobación del acuerdo.
Se ha logrado la inclusión en el marco del UNFCCC de los compromisos que se tomaron tras la Cumbre de Copenhague del año pasado, aunque se reconoce que estos compromisos de reducciones están muy lejos de lograr que la subida de temperatura no supere los dos grados. Este límite de los dos grados será revisado en el futuro, según avancen las investigaciones científicas, y podría llegar a situarse a largo plazo en 1'5ºC. También es positivo que por fin se haya aludido a los porcentajes de recorte de emisiones para países desarrollados que pedía el IPCC en su último informe: un recorte de entre un 25 y un 40% para 2020 respecto a las emisiones de 1990.

La decisión de si se prolongará el Protocolo de Kyoto con una segunda fase de compromiso se deja para el año que viene, después de los problemas que ha habido con ese tema, principalmente la oposición de Japón a mantener vivo el Protocolo después de 2012. Al final, se ha salvado ese escollo en el texto afirmando que "se deben completar los trabajos" para prorrogar Kioto "lo antes posible, para que no haya una brecha entre el primer y el segundo periodo de cumplimiento". Eso sí, el Acuerdo de Cancún demanda a los países desarrollados que se “eleve el nivel de ambición en reducción de emisiones.”

Para concluir, hay que destacar la buena labor que ha ejercido la Presidencia mexicana de la Cumbre, que ha trabajado intensamente para tender puentes entre los distintos bloques y evitar los bloqueos, en contraste con la lamentable actuación de la Presidencia danesa el año pasado en Copenhague.

3 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo en que es mejor de nada, y que se han salvado, de momento, los muebles.

    Me preocupa lo de Bolivia. En principio, este tipo de acuerdos exigen unanimidad, y no la hay. Bien es verdad que el sentido común y el interés general nos dicen que se debe seguir adelante, pero jurídicamente tiene problemas que podrían dar que hablar más de lo que imaginamos, en la medida en que comporta nuevas obligaciones económicas para los estados miembros de la ONU. Veremos a ver qué dice la Corte Internacional de Justicia si Bolivia plantease el asunto, o si por el contrario finalmente Evo Morales cede a las presiones y aparca el asunto.
    En cualquier caso, muy buen post. Sigue así crack!

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  2. Yo jurídicamente no puedo opinar, es verdad que ayer decía que los bolivianos iban a ir a tribunales internacionales... ¿Tú crees que lo harán?

    A mí me parece absurdo, por puro sentido común, que un país boicoteé lo que han acordado otros 193. Han actuado como si fuesen los malditos adalides de la justicia universal en este planeta... No me parece mal que les hayan pasado por encima, la verdad.

    Gracias Dani!!

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  3. Por un lado, creo que sí que seguirán. Bolivia no hizo sino llevar a Cancún lo acordado por miles de personas en la cumbre de Tiquipaya, y no sería raro que sigan firmes en su postura. Jurídicamente podrían tener razón, aunque en derecho internacional quien suele ganar en la práctica es siempre el poderoso. Supongo que la corte Internacional de Justicia se inventará alguna estratagema para que lo acordado por 193 países no decaiga.

    En cualquier caso, USA y compañía presionarán para que acaben cediendo. Veremos qué pasa.

    http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=246315&Itemid=1

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