jueves, 23 de diciembre de 2010

El petróleo amenaza de nuevo el Delta del Ebro

El petróleo nos deja un último “regalo” navideño para culminar este negro año 2010. Ayer Salvamento Marítimo tuvo que activar el Plan Nacional de Contingencias marinas tras el vertido de entre 120.000 y 180.000 litros de crudo en una plataforma petrolífera de Repsol frente al Delta del Ebro. La mancha de petróleo tiene una extensión de 19 km2 y se encontraba ayer a 24 kilómetros de la costa. Afortunadamente, el viento está conduciendo el vertido mar adentro, lo que facilitará las labores de recogida y, sobre todo, alejará la marea negra del Delta del Ebro, un espacio natural protegido de gran valor ecológico. Al menos de momento.

Imagen del vertido difundida por Salvamento Marítimo.
Salvamento Marítimo envío varios buques a la zona para realizar tareas de dispersión mecánica, y también Repsol ha movilizado algunos barcos para ayudar a contener el enorme vertido. La fuga se produjo la madrugada del miércoles en la plataforma petrolífera “Casablanca” de Repsol, que opera a unos 50 kilómetros del Delta del Ebro.

La seguridad en la plataforma “Casablanca” de Repsol asusta. Ha provocado dos vertidos de crudo más en los últimos 18 meses, que tuvieron lugar entre mayo y junio del año pasado, durante las tareas de prospección de dos nuevos pozos que la petrolera quiere empezar a explotar a partir del verano de 2011. Una clara amenaza para el Delta del Ebro que al Ministerio de Medio Ambiente no parece importarle asumir: incluso llegó a eximir a Repsol de hacer la evaluación ambiental de las prospecciones que causaron los dos derrames en 2009, a pesar de que la propia compañía admitía que el impacto en las orillas del Delta podría haber causado “daños irreparables”. ¿Por qué se permite una actividad potencialmente catastrófica delante de un espacio de tanta importancia natural?

“Llevamos años denunciando la plataforma Casablanca. Es una bomba de relojería, por lo que nos oponemos a la puesta en marcha de dos nuevos pozos, como pretende Repsol, porque suponen un riesgo gravísimo para el espacio natural del delta del Ebro”, declaró ayer Julio Barea, responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace. La organización ecologista advirtió el pasado mes de octubre de que con estos dos nuevos proyectos de perforaciones petrolíferas "se puede ver incrementado el riesgo de vertidos", como ha terminado sucediendo.

El vertido de crudo de Tarragona es una muestra clara de lo que decía ayer en relación al desastre del Golfo de México, ya que este es el precio que hay que pagar por seguir enganchados al petróleo. Repsol mantiene sus planes de explotar los dos nuevos yacimientos, porque según la compañía, “con los medios actuales se pueden explotar con seguridad”. La fiscalía de Tarragona planea investigar el accidente, para determinar si Repsol es responsable de un delito contra el medio ambiente y se se produjo una negligencia. Estupendo, ¿pero qué pasará con estas peligrosas explotaciones?

Parece que da igual que sepamos que este tipo de vertidos serán inevitables en el futuro, y que se seguirá poniendo en riesgo un ecosistema tan sensible y valioso como es el Delta del Ebro. Parece que da igual el precio que tengamos que hacer pagar a la naturaleza. Todo sea por el petróleo.

1 comentario:

  1. Creo que las prospecciones en busca de nuevos pozos en la costa tarraconense prosiguen, eso supone que se abrirán nuevas explotaciones y aumentará el riesgo de nuevos vertidos, ¿y todo esto para qué? ¿para no salir de una dependencia exterior absoluta del crudo?
    Enhorabuena por el artículo.
    Saludos

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