jueves, 6 de enero de 2011

El tráfico de Madrid nos está matando

Otro día más nos toca leer una noticia sobre los graves problemas de contaminación de Madrid y de su impacto en la salud de los madrileños. Que respiramos aire nocivo ya lo sabíamos. El balance sobre la calidad del aire del 2009 elaborado por Ecologistas en Acción alertaba de que el 79% de los españoles respiramos aire que supera los umbrales de protección recomendados por la Organización Mundial de la Salud. La noticia de hoy, aparecida en la edición de Madrid del diario El País, recoge las conclusiones de un informe publicado en la revista Science of the Total Environment que relaciona los niveles de partículas en la atmósfera de Madrid con la mortalidad por problemas respiratorios o circulatorios y el número de ingresos hospitalarios por esas mismas causas. En resumen, que el demencial tráfico de nuestra ciudad nos está matando.  

El habitual atasco de la M-30


En concreto, el informe se centra en un tipo de partículas en suspensión denominadas PM2,5. Se llaman así por su pequeño diámetro, de 2,5 micras o menos (100 veces más delgadas que el cabello humano). A pesar de que muchas ciudades no miden las concentraciones de estas partículas, “pueden considerarse como un excelente indicador de los contaminantes primarios presentes en una ciudad como Madrid”. Estas partículas, a diferencia de las PM10 (más grandes y con un importante componente natural, como el polvo del Sahara), son generadas principalmente por fuentes antropogénicas, sobre todo por los vehículos privados que a diario saturan las calles de nuestra ciudad. Curiosamente, los motores diesel emiten 6 veces más partículas PM2,5 que los de gasolina.

¿Por qué son tan malas para la salud este tipo de partículas? Su pequeño tamaño hace que sean 100% respirables (penetran muy fácilmente en las vías respiratorias), depositándose en los alvéolos pulmonares e incluso pudiendo llegar al torrente sanguíneo. Además, están compuestas por elementos que son más tóxicos (como metales pesados y compuestos orgánicos) que los que componen, en general, las partículas más grandes, como las PM10.

El estudio establece una relación estadística clara entre las concentraciones de PM2,5 y las muertes a corto plazo por enfermedades circulatorias, como infartos, cardiopatías isquémicas o ictus. Los autores, analizando datos del periodo 2003-2005, encontraron una “relación lineal positiva”, es decir, a más contaminación más muertes y más ingresos hospitalarios. Los datos del estudio muestran una media de 19’16 microgramos/m3 de PM2,5 en el aire, casi el doble de los niveles recomendados por la OMS (10 microgramos/m3). Además, en 1 de cada 5 días se superó el nivel de PM2,5 que la OMS considera “respirable”, de 25 microgramos/m3.

Estas concentraciones medias están dentro de lo establecido por la normativa europea (la directiva 2008/50/EC), pero según los autores, los máximos que permite "son simplemente inaceptables desde el punto de vista de la salud pública". Los autores concluyen el informe defendiendo que "es necesario hacer un esfuerzo decidido para reducir esos niveles en aras de nuestro activo colectivo más preciado, la salud". Los informes municipales actuales dicen que los valores de PM2,5 han disminuido hasta 13 microgramos/m3, pero siguen estando por encima de lo recomendado por la OMS.

Nuestro alcalde se lava las manos (a partir de 30:30). “La ciudad de Madrid cumple la normativa europea. Dice el estudio que la normativa europea es inadecuada, yo no voy a entrar en ese debate”, ha dicho Gallardón esta mañana.

Lo cierto es que, a pesar de las constantes llamadas de alerta sobre estos problemas, parece que el Ayuntamiento de Madrid sigue sin hacer nada para mejorar los alarmantes niveles de contaminación de nuestra ciudad. Los días en los que se superan los límites de ozono o de óxidos de nitrógeno han dejado de ser la excepción. Al Ayuntamiento se le ocurrió una idea genial para atajar este problema: quitar las estaciones de medición de los lugares más contaminados de la ciudad. Así logramos cumplir los límites marcados por la UE, aunque el aire que respiramos siga siendo igual de nocivo. 

Esa neblina es lo que muchos días respiramos los madrileños.
 Es una solución mucho más sencilla que establecer la zona de bajas emisiones que llevan años prometiendo y que ya existe en muchas ciudades europeas, apostar por el transporte público, cobrar por meter el coche en el centro o directamente prohibirlo. ¿Por qué no? Como ha dicho Juan López de Uralde en su blog, “al final aquí el problema es que manda el coche. Nadie se atreve a poner freno al dominio del vehículo privado, que domina la ciudad.” Y claro, así tenemos el aire que tenemos.

- Recomiendo un artículo de hace un par de años publicado en "El Ecologista" por dos de los autores del informe del que hablo aquí. ¿Qué son las PM2,5 y cómo afectan a nuestra salud?

4 comentarios:

  1. Guillermo, totalmente de acuerdo en lo que dices. El aire que respiramos en Madrid es una porquería.
    Yo incidiría en políticas activas como:

    -Peatonalización intensiva de muchas calles (mucho más de lo que se ha hecho hasta ahora).

    -Tasa de peaje para acceder a las ciudades.

    Cordiales saludos.

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  2. Hola Albert, ¿conoces la Coordinadora Verde? Ayer sacamos una nota de prensa sobre este tema en la que se apostaba por las medidas que comentas.

    http://www.coordinadoraverdedemadrid.org/web.php?ver=prensa_ampliar&id=54&titulo=La%20Coordinadora%20Verde%20de%20Madrid%20demanda%20una%20pol%EDtica%20de%20movilidad%20que%20no%20mate%20a%20los%20madrile%F1os

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  3. No, no lo conocía. De todas formas no conseguí abrilo directamente a través del enlace que mandaste, lo volveré a intentar cuando tenga un poco más de tiempo. Muchas gracias.

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  4. Ya, se me pasó ponerlo mejor. Igual tienes más suerte con este, está en comunicados de prensa:
    http://www.coordinadoraverdedemadrid.org/

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