domingo, 22 de julio de 2012

La asamblea que echó al rey de la presidencia de honor de WWF España

“Sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí…” El salón de actos del Real Jardín Botánico de Madrid enmudeció cuando Pedro Calderón, presidente de WWF España desde hace apenas mes, empezó a cantar los resultados de la votación de la asamblea extraordinaria de socios. Hubo que esperar treinta "síes" hasta que Calderón sacara de la urna el primer “no”. El resultado ya estaba claro.

Los socios de WWF España acababan de aprobar la supresión del artículo 6 de los Estatutos sociales, que dice: “Es Presidente Fundador y de Honor de la Asociación su Majestad El Rey D. Juan Carlos I de España.” De 245 votos, hubo 13 en contra, 1 en blanco, y 5 abstenciones. La abrumadora mayoría de los socios (el 92%, no el 94% como puse por error en twitter por eso del directo) votó a favor de quitar al rey la presidencia de honor de WWF España, un cargo simbólico que ostentaba desde 1968, cuando se fundó la asociación.

Cuando se cerró el acta de la asamblea extraordinaria, rodeada de un cierto aura de secretismo (estuvo cerrada a la prensa), el alivio entre el personal de WWF España, incluido su secretario general, Juan Carlos del Olmo, era visible. Acababa así la crisis más grave de la historia de esta veterana organización conservacionista, unos meses muy duros y tensos desde que se viera envuelta, de rebote, en la tormenta desatada tras el accidente que sufrió el rey durante una cacería de elefantes en Botswana.

Entonces, aparte de la presión en las redes sociales, lo peor para la organización fueron los incontables socios que –sobre todo en el extranjero- manifestaron su indignación y su malestar por el hecho de que la presidencia de honor de WWF España la ostentara un señor que mata elefantes por placer.

Antes de votar en la asamblea, se explicó a los presentes que se habían producido cientos de bajas de socios en todo el mundo, y que lo que estaba en juego era “la imagen y la credibilidad” de la organización. No era un debate sobre la caza –pues WWF no se opone a la caza legal y regulada de elefantes- y tampoco sobre la figura real, aunque es evidente que la decisión es un reflejo de la maltrecha imagen pública de la monarquía en España. Es la primera vez que se quita al rey un cargo honorífico en una asociación, algo seguramente impensable hace muy pocos años. El rey no es intocable.

Creo que es también un reflejo de que la sociedad –y los socios de WWF- han cambiado mucho, de que comportamientos que antes pasaban desapercibidos (no era ningún secreto la larga afición del rey por la caza) ya no son aceptados socialmente.

Y a pesar de todas las críticas que ayer se lanzaron contra WWF España, muchas de ellas injustas y fruto de la desinformación, me parece que lo sucedido en el Jardín Botánico y, en general, la forma en que la organización ha manejado toda esta crisis, ha sido una lección de democracia para todos.

O dicho en palabras de Joaquín Araújo, miembro de la Junta Rectora de WWF España: “Lo que ha pasado hoy es un ejemplo de ética en una sociedad muy necesitada de ella.”

PD: Yo estaba en la asamblea en calidad de socio. ¿Adivináis el sentido de mi voto?

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